Súbanse de Frecuencia con el Ho’oponopono

Hoy en día, Suzy Miller, especialista multidimensional en el tratamiento de niños autistas, que se comunica con ellos telepáticamente nos informa que este es momento de trabajar en lo colectivo.

Como?  Te preguntarás.  Hace unos días platicando con una amiga me relata un incidente donde ella perdió las llaves de su carro por una semana y ella estaba muy mortificada con aquello de que se le pudieran olvidar las cosas de manera tan grave.   Yo le comenté el mensaje que nos transmitió la maestra Suzy y que no debía preocuparse porque el problema ya no es personal.  Entendiendo, me comenta que acababa de presenciar dos eventos similares mientras esperaba en la fila del banco.  Una señora, despues de media hora, regreso para preguntar si allí había dejado las llaves de su coche.  Luego otro señor, regresó preguntando si había dejado su cartera.  La cartera estaba grande y traía dinero.  Afortunadamente para ambos, los dos recuperaron sus pertenencias.  Pero, eso solo nos muestra que el problema es colectivo.

Cuando estamos en un estado de estrés y miedo tan grande como lo estamos experimentando en Nuevo Leon, como se los explico ampliamente en el video de you tube que pueden ver en el siguiente link: http://www.youtube.com/watch?v=nxS_WHL4wfk , lo que pasa es que la sangre se va a las extremidades para «huir o pelear» («fight or flight»), incluyendo la sangre que está en el lóbulo frontal de nuestro cerebro, que es donde se encuentra la inteligencia.  La sangre se va a la parte trasera o cerebro primario de sobrevivencia y no podemos pensar claramante, de allí que nuestra mente se nuble.

Lo que podemos hacer es el ho’oponopono:  «lo siento, perdóname, gracias, te amo» que tambien lo pueden ver en otro video que les puse al respecto  en www.youtube.com bajo «doraherdez» en el siguiente link: http://www.youtube.com/watch?v=5BrBb7xnprc porque recordar esas 4 palabras no requiere mucho esfuerzo y porque es una oración universal que ayuda a todos los que estan experimentando lo mismo que uno.

Por ello, comunica Suzy Miller, que se están presentando milagros espontáneos, porque como estamos trabajando en lo colectivo ya que, con la globalización, nuestros pensamientos se están sintonizando cada vez mas y estamos expermientando mucho de lo mismo, con unos pocos que trabajen lo que a ti te está pasando, te estarán ayudando a que desaparezca milagrosamente tu problema.

Y para que se nos esta presentando lo mismo?  En una de las entrevistas que hizo la Sra. Shifra a un rabino a quien el Dalai Lama le otorgó audiencia por un par de días, el rabino nos hizo la siguiente pregunta: «Para que creen ustedes que con la tecnología actual podemos enterarnos de lo que está pasando al otro lado del mundo?»  Y nos explica que todo lo que vemos u oímos sirve para que hagamos algo al respecto.  De tal manera, que si hoy estamos escuchando algo que paso en Japón o en Libia o en algún otro lugar, hagamos lo que nos nace hacer en el momento que nos enteramos de la noticia.

Por ejemplo, a aquellos que se les conmovió el corazón cuando vieron lo de Japón, y les nació el deseo de darles agua, comida o ropa; pero no lo hacieron porque están muy lejos o porque no confían en los medios que se ofrecen llevarles sus ofrendas, lo pueden hacer a su alrededor.  Siempre habrá alguien alrededor de ustedes que necesite comida, agua o ropa, con lo cual estarán saciando ese necesidad de ayuda que les surgió al enterarse de la noticia, motivo por el cual se enteraron del evento.

Se lo comenté a un par de pacientes de reflexología facial y regresaron diciendome su experiencia.  Tuvimos en NL un incendio fuerte en el cerro de Topo Chico que amenazaba con evacuar a muchas personas de sus hogares.  Una paciente me dijo que ella vivía en esas casas aledañas al cerro y que cuando empezó a llegarles el humo y que amenazaban con evacuarlas, varias señoras salieron a ver el cerro incendiándose, y que sin decirse una palabra entre ellas, todas entraron a sus casas y salieron con un recipiente de agua a regar sus plantas.  Luego otra paciente me comentó que ellas al oler el humo salieron a ver, y que a una amiguita de su hija de 10 años, se lo ocurrió rezar, las 3 se incaron en el porche de su casa y se pusieron a rezar.  Ambas pacientes refirieron que ese incendio se apagó mágicamente.  La verdad es que sí, porque ni siquiera llovió.

Es bueno que oren de cualquier forma que ustedes sepan, funciona el hacer oración porque los eleva de frecuencia, solo que cuando oramos como acostumbramos lo hacemos pidiendo por nosotros individualmente: «ayúdame Dios.»  Sin embargo, con el ho’oponopono le estamos pidiendo a Dios que borre la experiencia que estamos viendo o escuchando y eso ayuda a otras personas porque otras personas también están viendo o escuchando lo mismo, por eso los milagros espontáneos, porque alguien mas puede estar haciendo la oración al colectivo con el ho’oponopono de algo que tu necesitas y tu vas a recibir el beneficio.  Y tu lo puedes hacer por otros.

El subirnos de frecuencia es lo mas importante que debemos hacer en estos tiempos.  Me llego un correo de Abraham-Hicks donde explican que Esther y Jerry Hicks estuvieron a punto de tener un accidente.  Jerry relata que estaba a punto de cruzar la calle y que con los semáforos de hoy que tienen un contador regresivo para prepararte a cruzar, se olvidó por completo de su defensa natural de voltear para todos lados antes de cruzar la calle.  Cuando se preparan a cruzar, casi los atropella un carro que estuvo tan cerca que casi les rozó el pecho.   El quería saber si se debía preocupar o si eso había sucedido por puro entretenimiento.  Los de Abraham le contestaron que el que iba en el carro acababa de robar un banco y que no lo hubiera podido atropellar porque ambos estaban en frecuencias muy diferentes para coincidir.

Por eso, aunque tengan mucho miedo, es importante que se suban de frecuencia para que no estén en la frecuencia densa del mal y lo mas fácil es hacer el Ho’oponopono que consiste en repetir en tu mente, sin cesar, las cuatro palabras mágicas: «Lo siento, perdóname, gracias, te amo.»

In L’ackech (yo so otro tu)

Dios nos bendice hoy y siempre.

Dora Hernandez, Canahau